jueves, 13 de diciembre de 2012

El Pequeño Marciano. Relato



EL PEQUEÑO MARCIANO

Nyah, es un pequeño marciano con seis tentáculos en vez de dos brazos, facciones serias y un color morado, originario de un planeta desconocido. Nyah desea viajar a la Tierra (concretamente a Nueva York) con el fin de encontrar vida inteligente. Si nosotros los humanos intentamos encontrarla en el universo, ¿porque los extraterrestres no iban a tratar de encontrarla en nuestro planeta?

Pero no todo es tan fácil, el pequeño marciano no puede aparecer así como así, ya que si alguien descubre como es realmente lo podrían capturar; o quizás practicar experimentos con él. Por ello deberá transformarse en una persona, animal, objeto o incluso una diminuta planta con tal de que no lo descubran.

Su primera transformación es en una fémina de grandes dimensiones y aspecto desaliñado. Después de caminar por un pequeño callejón, observa como la gente se ríe de su figura y su peso, y entonces decide cambiar de aspecto.

La segunda transformación es en un hombre de raza negra, pelo color noche y muy, muy alto. Una vez transformado entra en un pequeño bar, se sienta en un taburete y se da cuenta de que la gente mas ignorante se burla de él por ser de otra cultura y por poseer distinto color de piel, apostando a que es inferior. Se apresura a ir al baño donde se transforma en un adolescente lleno de acné, con gafas y aparatos en los dientes, y se marcha del bar.

De vuelta a su casa, unos chicos le empujan y le pegan, llamándole ''friky'' o ''empollón''. De nuevo le marginaban, probó suerte entonces con un aspecto de chico ruso, de ojos claros y pelo rubio. Dio un largo paseo para intentar analizar bien la situación, y vio a un mendigo, sucio, y de expresión triste. A sus pies se encontraba un gorro y dentro unas cuantas monedas. Nyah se preguntó que hacia ese hombre allí, tirado en el suelo, con el frío que hacía. No entendía nada. Un hombre trajeado con un maletín y aire superior pasó al lado del mendigo y le espetó: '' Fuera de aquí perro callejero'' y se marchó refunfuñando. El marciano ahora veía las cosas mas claras, entendió qué era la pobreza y la riqueza, otra cosa negativa más para la lista. Con los ojos llenos de lagrimas y con el enfado en su rostro al ver aquella situación, dobló la esquina de aquella calle lo más rápido que pudo y chocó con quien cambiaria su vida y su forma de ver las cosas. Tenía el rostro lleno de pecas, cabello rizado y largo de un color rojizo con reflejos caoba y una figura elegante. Si existía, fue amor a primera vista. La chica sonrojada le echó una sonrisa y se fue y desapareció entre la gente. Nyah lo estuvo pensando un buen rato, si no se hubiera convertido en aquella chica de grandes dimensiones, ni en un hombre alto de raza negra, ni en aquel adolescente de gafas, no se hubiera transformado en un chico ruso, y si no lo hubiese echo, no hubiera girado la esquina en ese mismo instante, ni hubiera chocado con aquella chica. Ni si quiera hubiera cambiado su forma de pensar. Pero lo hizo, y el pequeño marciano entendió que no todas las cosas de nuestro planeta son malas ni causan temor, hay algo por lo que los humanos luchamos cada día y nos impulsa a ser felices, algo que no se puede comprar; no es material y gana el pulso al odio: el amor.

Nyah volvió a su planeta, dónde contó sus anécdotas a sus amigos y a los habitantes de aquel planeta que desconocemos, pero no contó todo exactamente, se ahorró los detalles malos y prefirió hablar de lo bueno: el amor.

El Pequeño Marciano


Muy buenas a todos, un día más os traemos una nueva pagina del nuevo comic El Sueño de Tom

Guión: Tania Fernandez. Dibujo: Marina Domin